Un inmenso agujero negro en el centro
de la Vía Láctea se acerca rápidamente a nuestra Galaxia, informaron
científicos chinos en una investigación publicada ayer.
Astrónomos y científicos del
Observatorio Astronómico de Shangai (China), tras analizar emisiones de radio
de ese objeto, confirmaron que se trata de un inmenso agujero negro.
El reporte, publicado en la revista
científica Nature y que dirigió el investigador Zhi-Qiang Shen, confirmó que el
"monstruoso agujero negro" tiene el tamaño de la órbita terrestre
alrededor del Sol, considerablemente más pequeño que la medida que se creía en
un principio.
Sin embargo, contendría el
equivalente en masa de cuatro millones de soles terrestres.
Los hallazgos descartan así una
teoría alternativa de que el objeto, llamado "Sagitario A" (Sgr A),
contenía densos remanentes estelares conocidos como estrellas neutrones.
Según los astrónomos, materia
galáctica en semejante estado de densidad morirá pronto, colapsando en otro agujero
negro dentro de 100 años.
Los agujeros negros son regiones del
espacio en las cuales la fuerza de gravedad es tan intensa que nada puede
escapar de ella, ni siquiera la luz.
Los científicos del Observatorio
Astronómico de Shangai utilizaron 10 telescopios radiales ubicados en Estados
Unidos y que trabajaron con antenas gigantes para capturar emisiones radiales.
Esa técnica es conocida como
"Very Long Baseline Interferometry" (VLBI).
Los agujeros negros emiten radiación
de la materia que gira alrededor de su periferia —el punto "de no
regreso"— desde donde no hay posibilidad de escape por la succión
gravitacional.
Qiang Shen escribió en Nature que no
hay dudas de que "Sagitario A" "es un agujero negro súper
masivo".
Por su parte, el astrónomo
Christopher Reynolds, de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, declaró
que los científicos "están ahora un paso más cerca de fotografiar un
agujero negro".
"El diámetro predecido de este
agujero negro 'Sgr A' es de 30 micro-arco segundos, o 120 millonésimas de un
grado terrestre", afirmó el experto.
La teoría de la relatividad de Albert
Einstein abrió un nuevo camino al entendimiento de los fenómenos estelares.
Sin embargo, cuando en 1905 Einstein
publicó su teoría, muy pocos pudieron visualizar el gran impacto que ésta
podría tener en la física y en la comprensión de los fenómenos del cosmos.
Con la observación de un eclip se
solar en 1919 se corroboró que su teoría tenía grandes bases para poder
entender mejor al universo. Si bien Einstein no recibió por este trabajo el
premio Nobel de física, al menos brindó a los astrónomos la posibilidad de
poder entender los descubrimientos que se realizarían en las décadas
posteriores. Uno de éstos descubrimientos fue la existencia de los agujeros
negros.